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El presidente Donald Trump no consiguió el Nobel de la Paz este año, pero se llevó el Premio de la Paz de la FIFA de la mano de su amigo Gianni Infantino, un inédito galardón que fue entregado por primera vez este viernes en el Kennedy Center en Washington, con miles de millones de aficionados de todo el planeta que sintonizaron el sorteo del Mundial 2026.

Al entregarle el premio en el escenario, Infantino dijo que era “una hermosa medalla para usted, que puede lucirla donde quiera que vaya”. Y que significaba “el reconocimiento del presidente como “sus acciones excepcionales y extraordinarias para promover la paz”. “Este es tu premio, este es tu premio de la paz”, dijo Infantino.

"Es uno de los grandes honores de mi vida", dijo Trump, antes de afirmar haber "salvado millones y millones de vidas; el Congo es un ejemplo, más de 10 millones de personas muertas y se dirigía rápidamente a otros 10 millones. India y Pakistán, tantas guerras diferentes pudimos terminar, en algunos casos justo antes de que comenzaran," dijo, enumerando algunos conflictos que los expertos señalan que aún no han terminado.

Trump continuó elogiando a Infantino por "batir nuevos récords en ventas de entradas" y dijo que el torneo de 2026 sería "un evento como quizá nunca haya visto el mundo". Trump concluyó: "El mundo es ahora un lugar más seguro”.

Infantino ya había hablado repetidamente del fútbol como un unificador para el mundo, pero el premio significa un cambio respecto al enfoque tradicional de la federación en el deporte. Y el debut es controvertido.

El organismo rector del fútbol mundial ya había anunciado en noviembre que este año se presentaría ese premio especial que será entregado en forma anual a alguien que, según la FIFA, ha tomado "acciones excepcionales y extraordinarias por la paz y que, al hacerlo, ha unido a personas de todo el mundo."

La FIFA dijo que el premio se otorga en nombre de más de 5.000 millones de aficionados al fútbol en todo el mundo, pero no quedó en claro cómo es el proceso de selección del ganador.

Infantino es un gran admirador de Trump y ambos desarrollaron una estrecha relación de cara al Mundial este año. El jefe de la FIFA ha estado en la asunción presidencial del republicano, ha visitado varias veces la Casa Blanca y también estuvo en la cumbre de paz de Sharm el Sheik, en Egipto, a principios de este año cuando celebraron el acuerdo en Oriente Medio promovido por el estadounidense.

Pero más allá de eso, Infantino fue un gran defensor de la candidatura de Trump para ganar el premio Nobel de la Paz este año, un galardón que el estadounidense busca con gran anhelo y que este año ha quedado en manos de la líder opositora venezolana María Corina Machado. “Trump definitivamente se lo merecía”, había dicho Infantino.

No ha sido casualidad, entonces, que la FIFA creara este año su propio premio de la paz y lo entregue en Washington DC, a solo unos minutos de la Casa Blanca.

Trump viene repitiendo desde su presidencia que merece el Premio Nobel de la Paz. Dice que ha “terminado siete guerras” o “resuelto varios conflictos” (Gaza, tensiones Israel-Irán, situaciones en el Congo, India-Pakistán, el Cáucaso, etc.) y que eso justificaría múltiples Nobeles. Pero muchos de esos conflictos todavía siguen sin resolver.

Varios grupos de derechos humanos están preocupados de que Infantino se esté acercando a Trump a costa de la neutralidad política. El grupo de defensa FairSquare declaró a CNN que el nuevo premio "es solo el último ejemplo de grave mala gestión en la FIFA y una prueba más de que la organización necesita una reforma urgente."

El director de FairSquare, Nick McGeehan, añadió: "La decisión de Gianni Infantino de unir FIFA al proyecto MAGA de Trump podría tener sentido comercial a corto plazo para FIFA, pero obviamente es muy perjudicial para la integridad y la reputación del juego."

En una rueda de prensa el miércoles, la directora de iniciativas globales de Human Rights Watch (HRW), Minky Worden, dijo que su organización se había puesto en contacto con la FIFA para entender mejor el proceso detrás de cómo se decide el premio. "Se podría inferir que no hay proceso, no hay otros nominados, no hubo juicio", dijo.