Automotrices: el sector estrella de Milei llega a fin de año con poca nafta

Cuando terminó junio, las terminales automotrices agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA) habían producido 250.000 unidades de las cuales habían exportado casi 130.000. Los números “fabriles” de producción y exportación eran buenos en relación con el año anterior, con subas acumuladas de 15% en la producción y de 2,2% en la exportación.

Y mientras eso ocurría, la venta en las concesionarias volaba: una creciente oferta de créditos prendarios por debajo de la inflación combinada con una mayor oferta de vehículos nacionales e importados habían impulsado los patentamientos de cero kilómetro casi 80% (77,8%) entre enero y junio.

En esta segunda mitad del año ese panorama favorable se dio vuelta dentro de las fábricas: la producción de vehículos acumuló cuatro meses seguidos de caídas contra igual mes del año anterior y para fin de año la estimación de los fabricantes de ADEFA es que la cifra será “parecida” a las 506.000 unidades del año pasado, con lo cual se habrá retrocedido en una proporción similar a aquella suba de 15% de los primeros seis meses.

La clave de esa caída fue la pérdida de mercados externos: la exportación pasó de subir 2,2% a acumular una caída de 10% en los primeros diez meses del año. La industria local, que había vendido al exterior casi 256.000 vehículos entre enero y octubre de 2024, en los diez primeros meses de este año arañó las 230.000 unidades.

En una fábrica importante como Stellantis de El Palomar, donde se producen los vehículos Peugeot y que este año apunta a ensamblar 75.000 unidades, esa caída de exportaciones se sintió con fuerza: puertas adentro. Los números para 2025 arrojan una venta a Brasil y otros destinos externos de 21.000 unidades de Peugeot 208 y Peugeot 2008, contra 28.000 unidades un año atrás.

Los números totales de producción de El Palomar van a terminar hacia arriba, ya que será un 6% superior a las 71.000 unidades de 2024. Pero el retroceso de exportaciones recortó la expansión y, el martes, Stellantis comunicó el adelantamiento de sus vacaciones, que comenzaron este lunes y se extenderán hasta el 5 de enero.

El comunicado interno de Stellantis habla de “tareas de mantenimiento y acondicionamiento del sistema industrial”. Pero fuentes del sector aseguraron que el receso de casi 40 días también obedece a un “ajuste de inventario”, para ir colocando las unidades ya producidas.

En las afueras de Rosario, la fábrica de General Motors mantiene su actividad, pero está reduciendo su dotación de personal a niveles mínimos. A lo largo de 2024 y de este año hubo sucesivos planes de retiros voluntarios por los cuales la empresa achicó su plantel a casi la mitad: de poco más de 1.000 operarios a comienzos de 2024, ahora serían menos de 600.

Según publicó esta semana el diario La Capital de Rosario, citando a fuentes del sindicato Smata, General Motors desvinculó otros 90 operarios con más de 15 años de antigüedad, tras ofrecerles el equivalente a 120% de su indemnización. Clarín consultó a la empresa, donde respondieron que no harían comentarios. Está confirmado, sí, que la empresa iniciará su período de “parada técnica” y vacaciones el 15 de diciembre, en principio hasta el 18 de enero.

General Motors produce en Rosario la Chevrolet Tracker, un vehículo tipo SUV con buenas ventas en el mercado interno (con 17.000 unidades, ocupa el noveno puesto entre enero y noviembre) pero que también se produce en Brasil, destino donde las ventas fueron menores a las previstas y afectaron las exportaciones hacia ese país. Puertas adentro de General Motors se esperaba, a comienzos de año, alcanzar una producción de entre 40.000 y 45.000 Tracker, un volumen que ahora estaría lejos de cumplirse.

La venta de vehículos en las concesionarias también se frenó. Había acumulado una suba de 77,8% en el primer semestre, se atenuó a un importante 49,5% a fines de noviembre, con 587.000 unidades patentadas pero también con una luz amarilla: las ventas del mes de noviembre, por primera vez en el año, fueron inferiores (-3,9%) a igual mes del año anterior.

Eso, a pesar de que ya hay una importante oferta de decenas de miles de vehículos chinos que ingresaron sin arancel y que se venden en las concesionarias a precios que van desde el de un auto de "entrada de gama" (22.000 dólares) hasta productos del denominado "segmento C" pero a precios de una SUV del segmento B (35.000 dólares).

A ese panorama se suma el cierre de la fábrica de pick ups de Nissan, donde se fabricaba tanto la Nissan Frontier como la Renault Alaskan. En esa planta ubicada en Córdoba, en el barrio Santa Isabel, Renault acaba además de anunciar el fin de la producción de los modelos Sandero, Stepway y Logan, para dar lugar a la nueva línea de producción de una pick up compacta (tras una inversión de 350 millones de dólares) que recién entrará en producción durante el segundo semestre del año próximo.

La cámara ADEFA planteó su preocupación por la caída de exportaciones en una reciente reunión con el ministro Luis Caputo, en tanto la Asociación de Fabricantes de Auto componentes (AFAC) señaló en su último informe que el déficit comercial de autopartes (por el mayor ingreso de partes importadas, ya que la exportación tuvo incluso una leve suba) creció hasta 7.400 millones de dólares sólo en los primeros nueve meses del año.

El martes se sumó la Comisión Autopartista de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC): sus directivos alertaron que que 2026 “será un año muy complicado en la industria automotriz”. Agregaron: “La situación actual en Argentina presenta un mercado automotor dinámico pero una industria en retroceso, donde la pérdida de escala y contenido nacional en Córdoba explica gran parte de la caída productiva del país”.

Córdoba es el segundo polo automotriz detrás de la provincia de Buenos Aires y los metalúrgicos cordobeses hicieron el punteo de un año que termina con dificultades:

• El cierre de terminales, como el caso de Nissan, que implica la pérdida de una parte relevante de la capacidad instalada provincial.

• La discontinuación de proyectos con alto contenido local, como el binomio Alaskan/Frontier junto con la caída en la producción del Cronos, lo cual reduce significativamente la demanda de componentes nacionales y el impacto multiplicador sobre la cadena de proveedores.

• La transición hacia nuevos modelos globales, como la Titano/RAM y la Niagara, que con características diferentes presentan un impacto limitado en el corto plazo (durante el 2026).

• La caída de actividad de IVECO, que redujo su producción a un 50% y días de suspensiones hasta el primer semestre del 2026.

• La operación actual de VW en Córdoba, centrada exclusivamente en la producción de camiones con componentes mayoritariamente importados, lo cual implica que su actividad no derrama sobre el ecosistema local de proveedores ni genera demanda significativa de autopartes nacionales.

Una de las medidas que pidieron los industriales metalúrgicos cordobeses fue ampliar la vigencia de las restricciones comerciales del Mercosur (FLEX) más allá del año 2029, para cuando está prevista su finalización y por lo tanto el libre comercio con arancel cero entre Argentina y Brasil. “Esta prórroga es esencial para otorgar previsibilidad al comercio bilateral, evitar impactos negativos derivados de las asimetrías de competitividad con Brasil y asegurar condiciones estables para la planificación productiva y las inversiones en el sector”, reclamaron.