La intimidad del exclusivo almuerzo de Luis Caputo con los empresarios
Las frases del ministro- Fue en el Alvear con 220 dueños y CEO y 14 embajadores.
- Para Caputo "la mejor política industrial es la estabilidad".
- Las inquietudes y las diferencias según los sectores en un clima de generalizado optimismo.
Bettina Bulgheroni, Eduardo Eurnekian y Luis Caputo, ayer en el almuerzo del Cicyp
Después de hablar 45 minutos, sin papeles, desplazándose por el escenario, suelto como pocas veces, además haber sido interrumpido por aplausos varias veces, Luis Caputo respondió preguntas “editadas” por la anfitriona Bettina Bulgheroni, presidenta del Cicyp (Consejo Interamericano de Comercio y Producción). Eran casi las 14 y en el salón más amplio del Alvear había 220 empresarios y 14 embajadores.
Una era de la Cámara de Comercio: quería saber cuándo iban a ver la luz las reformas laboral y tributaria. La Rural alertaba por obras de infraestructura impostergables. Y precisamente cuando el ministro de Economía dejaba el escenario, Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción, se le puso al frente para apuntarle que si no hay financiación los privados no se animarán a las nuevas Privatizaciones de ruta.
Caputo lo tranquilizó: no sólo estará el estatal Bice, también el Nación.
Y cuando se retiraba, Clarín le preguntó acerca del pedido de Paolo Rocca de la necesidad una política industrial. “La mejor política industrial es la estabilidad”, respondió el ministro.
Caputo se fue y se perdió el clásico lomo de ternera con papas y vegetales. Había sido recibido por Bettina Bulgheroni: “Nos devolvió la confianza”, le agradeció en el que fue un encuentro reservado y prácticamente cerrado a la prensa.
Se percibía un clima de entusiasmo generalizado pese a que el zapato aprieta en varias actividades. Para el dueño de Corporación América, Eduardo Eurnekian, “la economía tiene rumbo después de mucho tiempo y esa es la clave para tomar decisiones”, dijo a este diario.
El financista Javier Timerman, remarcó que tras el resultado electoral, “Milei cuenta hoy con un caudal político que es central para las reformas, la carrera empieza de nuevo”. A su lado un banquero, que solicitó reserva de su nombre, matizaba al señalar que pese a la reiteración de Caputo con que las bandas cambiarias se mantienen, muchas empresas que conservan dólares están esperando otra definición sobre el tipo de cambio para empezar a soltarlos.
Juan Garibaldi de la francesa Danone comentaba que se dio vuelta la taba en el consumo de sus productos gracias a nuevos lanzamientos. Pero a su lado un bodeguero deslizaba que la industria del vino tiene stock de sobra por caída de ventas y exportaciones, al punto que obligó a la bodega Catena bajar sus precios por primera vez en su larga historia.
La gente de la Rural con una cosecha récord de trigo mostraba más entusiasmo que de costumbre: “Tenemos más poder de compra, por eso se fertilizó de la manera que se se hizo”, explicaba Raúl Etchebehere quien dijo tener una cancha inclinada ya que en el caso de la soja arrancan con 27% de impuestos en contra, "pero no nos quejamos", deslizó en obvia ironía hacia los industriales.
Al economista Daniel Marx se lo vio preguntando al presidente de Coninagro, Lucas Magnano cómo viene la liquidación de divisas. Y se llevó una buena noticia. Mientras, se supo que gran parte de la cosecha de peras, manzanas y cerezas resultó dañada por heladas y piedras en el Sur.
En eso Mario Ravettino, del consorcio ABC que nuclea a los frigoríficos, argumentaba que con US$ 5 el kilo vivo de ganado están quedando fuera de mercado frente a los US$ 3,5 del kilo vivo brasileño. Eso sí, a la hora del café lo que más resaltaron casi a coro es lo que llaman la nueva gobernabilidad, basada en el aval de los votos y en la señal de que a la sociedad, como antes había dicho Caputo, “le gusta este camino”.
En ese momento varios rodearon en la mesa principal al canciller Pablo Quirno buscando saber más sobre la letra chica del acuerdo con EE.UU. Quirno no soltó palabra sobre los detalles y partió enseguida.