Dura pulseada de Caputo con los bancos, el mensaje de Bessent y el papelón de la SIDE

Panorama

Luis Caputo, esta semana, en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción.

En la superficie existe tranquilidad, armonía. Pero intramuros la discusión sigue y es dura con Washington. Ayer, la vocera del FMI expuso cuál es la diferencia central con el equipo económico argentino. Julie Kozack dijo: “Alcanzar metas de reservas de fin de año será un desafío para Argentina”.

Aludió así a la necesidad de que Toto Caputo pida un waiver al FMI, porque no está cumpliendo con los “papers” y documentos que firmó hace menos de un año.

Después, Kozack envió un Exocet: “Es esencial que se realicen los esfuerzos para reconstruir las reservas”. El poderoso Barclays puso voltaje y cifras a la cuestión. Emitió un documento: “Las actuales reservas del BCRA son más bajas que cuando asumió Milei”. Empeoraron la friolera de U$S 5.000 millones.

La “bomba” del banco británico refleja las fastidiosas negociaciones que existen y mantiene “Toto” con los bancos de Wall Street. Economía busca una asistencia para abonar los vencimientos y no entrar en default. Primero, pidió U$S 20.000 millones. Clarín anticipó que los banqueros pidieron una “garantía especial” del Tesoro de EE.UU.

Scott Bessent bloqueó esa posibilidad. Ya había ayudado mucho a la Casa Rosada. Ahora Toto explora un préstamo tradicional. Lo dijo en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción: en verdad se trata de un “repo” de unos U$S 5.000 millones, con garantía de bonos argentinos.

Pero la negociación está difícil. Algunos banqueros pidieron la urticante “garantía del oro argentino” en poder del BCRA. Una medida explosiva para Toto y Milei.

Existió también un pedido de Wall Street sobre activos del Anses. El millonario fondo que incluye acciones de poderosas compañías privadas.

Hubo, incluso, un “borrador” de decreto que autorizaba la cuestión. Pero saben que juegan con fuego. El préstamo saldrá. Pero aun “el pescado está sin vender”.

Sucede que también los banqueros pretenden hacer la operación recién sobre la fecha de vencimiento del pago de la deuda. Sería el 9 de enero.

Y los “Totoboys” quieren concretar todo – para que no haya turbulencias – antes de Navidad. La reticente actitud de los “lobos” de Wall Street obedece a una diferencia crucial con el equipo económico.

La cuestión generó tensión, como anticipó Clarín en la reunión secreta que Toto tuvo en el JP Morgan. Caputo les reprochó: “Ustedes no actúan como corresponde para que baje el riesgo país y facilitarnos las cosas”.

La pelea esconde dos miradas diferentes sobre qué hay que hacer en Argentina.

Los banqueros – incluso el JP Morgan de Jaime Dimon – dicen que Argentina debe recomponer primero sus reservas y recién salir al mercado para endeudarse.

En cambio, Toto busca un atajo: primero quiere un apoyo financiero inicial, para acumular divisas prestadas en el BCRA y así permitir – con la baja del riesgo país – volver después a los mercados internacionales.

La diferencia entre una y otra posición es inquietante. Para Caputo, aplicar la receta del FMI y los banqueros obligaría a devaluar el peso y llevar el billete a $1.700.

Caputo se niega y, molesto, dice en la intimidad: “Están locos. No tocamos el tipo de cambio”. Sucede que para los Totoboys sería hacer implosionar la inflación y el caudal político que tiene Milei. Encima, Javo exige un tipo de cambio mas bajo. Ya Scott Bessent evitó en la primavera la hecatombe antes de las elecciones. Pero ahora el Tesoro de EE.UU. avisó que no volvería a intervenir directamente en el mercado diario argentino.

La actual posición de Bessent es la siguiente: que de aquí para adelante Toto vuelva a arreglarse con el FMI.

La información codificada la tienen los máximos banqueros de Argentina. Existen en la Casa Blanca, además, algunas dudas con los compromisos asumidos por Milei.

Bessent - no casualmente - dejó trascender que postergó un viaje a Argentina.

Ya Peter Lamelas transmitió varios mensajes a Buenos Aires. Entre ellos uno concreto: que Washington no acepta “canales alternativos” diplomáticos. Fue una advertencia directa del embajador de EE.UU. contra Barry Bennet y sus mecenas Santiago Caputo y Leo Scatturice.

También en Washington no ven adecuada la nula apertura en la confección del gabinete: se conformó un equipo concentrado en la figura de Karina Milei. Hasta Diego Santilli ya se convirtió en su operador. Tampoco entienden las internas permanentes de los libertarios. Encima, para el Consejo de Seguridad - y la propia CIA - hubo una trifulca muy sensible: el mamaracho que ocurrió en la SIDE, organismo rector en la relación central con Washington e Israel.

Hubo escándalos, denuncias y dicen que hasta videos. Los jefes de los espías emularon así a los personajes de ficción de los “Superagentes”: los famosos Mojarrita, Tiburón y Delfín.

Ya en dos años, Javier y su hermana voltearon a dos jefes del máximo organismo de seguridad. Una inestabilidad que refleja la falta de una estrategia seria de inteligencia. Sergio Neiffert intentó salvarse buscando tardíamente cobijarse en las faldas de Karina. Pero afirman que su cabeza rodó porque su ex equipo lo acusó – como mínimo – de cometer “desprolijidades graves” con los oscuros fondos reservados.

Neiffert – a su vez - antes de ser eyectado, acusó de lo mismo a su segundo José Lago Gutierrez: inicio un sumario interno porque se fue en primera y con dinero público a ver la carrera de F1 en Azerbaiyán.

La cuestión de la SIDE generó alta tensión en la cúspide. El Pibe Caputo tuvo una sincera reunión con Milei y dejó entrever su malestar y su deseo de correrse si le sacaban de sus manos a la SIDE. Milei de inmediato decidió avalar a su candidato: Cristian Auguarda, quien habría organizado la visita nocturna para intimidar al renunciante Neiffert.

Santiago Caputo ya había acumulado muchos traspiés. No metió a ningun nuevo ministro y quedó desairado con muchos de sus candidatos: Alejandro Finocchiaro para Defensa, Diego Kravetz para Seguridad y Guillermo Montenegro para Justicia.

Karina masculló bronca por la SIDE. El “Jefe” cree que los audios de Spagnuolo salieron de la SIDE. Pero está concentrada en una cuestión clave: busca ser ella la nueva interlocutora con el Poder Judicial y la futura negociadora para conformar la nueva Corte.

Milei está bien. Reforzó mucho su gobernabilidad y va por la aprobación del Presupuesto. También por las reformas. Aun el texto del modelo laboral no está terminado. Hay un borrador con 120 artículos, pero su texto necesita una negociación con la CGT. Gerardo Martínez dio un portazo en el Consejo de Mayo. Federico Sturzenegger quiere avanzar sin el mínimo aval sindical.

Será una pelea de titanes. Como la que se viene con la UIA: el martes hubo una explosiva reunión en la central fabril. Serios cuestionamientos a este combo: altas tasas, dólar barato y apertura. Encima ayer hubo un lapidario informe: las expectativas fabriles cayeron en un 5,2 %.

El encuentro fue heavy y Martín Rapallini tuvo que demostrar su habilidad para poner paños fríos. Un calificado industrial alertó: Whirpool es la primera de una ola de cierres. La UIA apoya, pero cada vez se inclina más la cancha en su contra.

También el “círculo rojo” ve a un kirchnerismo implosionado. Ayer circuló una bomba política. Un grupo de calificados dirigentes negocian una crucial medida judicial. Sería un golpe frontal: quieren pedir la intervención del PJ y el desplazamiento de Cristina de la jefatura del peronismo.